¿Haz escuchado hablar del sonido inmersivo hiperreal para conciertos y teatros?

La tecnología del sonido envolvente tiene una larga historia en el dominio del audio, que se remonta a la década de 1940. Aunque hubo muchos experimentos con sonido envolvente, el primer caso documentado fue el estudio de Disney que lo utilizó para su película animada "Fantasia" de los años 40 y no fue hasta 1952 que las técnicas para usar el sonido envolvente volvieron a aparecer en la esfera comercial con la película "This is Cinerama", que utilizó un sonido discreto de siete canales.

Fue hasta 1974 que el ingeniero de audio Dominique Bertrand desarrolló una manera fácil de implementar el sonido envolvente de 3.1 canales. Poco después se desarrolló el sonido envolvente 5.1, que se puso en uso comercial por primera vez en 1987 para el cabaret francés Moulin Rouge. Un hito definitivamente sucedió en 1977 cuando el público escuchó cómo las gigantescas naves sobrevolaban sus cabezas en La guerra de las galaxias (George Lucas) grabada en Dolby Stereo, aquella experiencia marcaría las expectativas del sonido en el cine. El Dolby Stereo fue creado por Ray Dolby en 1975.

Hoy en día, el desarrollo más reciente está en la tecnología de L-ISA, que permite que los artistas puedan crear y ofrecer un sonido envolvente para producciones en vivo e incluso grabadas. Este ecosistema integral de herramientas de audio proporciona una experiencia natural que aumenta la emoción e invita al oyente a entrar en la música. A esto se le llama "sonido hiperreal inmersivo". L-ISA Studio es la última versión de la plataforma de audio inmersivo de L-Acoustics que no necesita hardware externo y se puede usar con audífonos o altavoces para crear y desarrollar experiencias de audio inmersivas. Lo interesante es que dicha plataforma mejora la flexibilidad y las posibilidades creativas de la tecnología. El software tiene una excelente simulación de sala y capacidades de renderizado binaural que permiten crear experiencias inmersivas para auriculares o altavoces, todo sin recurrir a hardware DSP externo.

Además, aumenta drásticamente la resolución de los altavoces para proporcionar un paisaje sonoro natural e inteligible que amplía el panorama y eleva el realismo. El oyente se puede sumergir aún más con el sonido de todas las direcciones para proporcionar una sensación de estar dentro de la música. Desde las primeras etapas de una producción, el rendimiento del sistema de audio se puede evaluar para garantizar el diseño de sonido cumpla con la visión creativa.

La mezcla de audio tradicional es el arte de combinar múltiples entradas de sonido en envíos de altavoz izquierdo y derecho. La mezcla basada en objetos agrega una capa multidimensional a ese arte. Una mezcla basada en objetos permite localizar, escalar y mover los instrumentos a su ubicación real o donde la imaginación lo desee. Dado que los objetos de sonido se mezclan en ubicaciones, no en altavoces, las propiedades de cada objeto de sonido son independientes de la distribución específica de los altavoces. Esto permite la portabilidad de un programa a otro.

Los conciertos en vivo se han transformado en un festín para los ojos. Los diseños elaborados, la iluminación sofisticada y el contenido de video de alta definición deslumbran al espectador. Pero, ¿y el sonido? Los asistentes a los conciertos vienen a los espectáculos para escuchar la música que aman interpretada por artistas que admiran. El sonido es la fuerza que crea y mantiene una conexión entre el artista y la audiencia.

L‑ISA abre un mundo de posibilidades infinitas sobre cómo los compositores, artistas y equipos de producción de espectáculos pueden concebir y diseñar el sonido. Con L-ISA, lo que oyes es lo que ves. Es el equivalente sónico al contacto visual directo, reconectando al artista, la música y la audiencia en una experiencia emocional que suena y se siente tan amplia como parece. Al mismo tiempo, se siente íntimo y completamente en el momento.

Finalmente, con L-ISA el sonido y la vista se unen para deleitar al público y seguramente marcará otro hito en la historia del sonido, ya que no solo es envolvente, sino hiperreal e inmersivo incluso para eventos masivos en vivo.